POESÍA DEL ABUELO

Transcribimos la poesía del Abuelo de Josefa García.

Voy a contar para ustedes

Con cariño y humildad

Una corta poesía

Basada en la realidad.

Yo recuerdo de pequeña

Igual que sabrán ustedes

Tuvimos una niñez

Con muy escasos placeres.

Fuimos muy poco al colegio

Hay que decir la verdad

Pero fue lo suficiente

Para saber respetar.

Sabíamos que estaba mal

Faltar a nuestros mayores

Nosotros a los viejitos

Les llamábamos Señores.

Ahora estudian muchos años

Y tienen mucha cultura

Pero se ve que el respeto

Perdieron la asignatura.

No debía ser así

Sépanlo los profesores

Que bien merece un suspenso

El que falta a los mayores

No hay cosa para el abuelo

Que lo haga más feliz

Que lo mire bien sus hijos

Y ver a sus nietos venir

Ellos no son exigentes

Se conforman con poquito

Solo decirles los nietos

Abuelos dame un besito

Así se muestran contentos

Llenos de felicidad

Pero si ven lo contrario

Ya no paran de llorar

Y es triste y dolorosa

Y también desesperado

Sufrir para criar los hijos

Y luego verse abandonados

Los niños los quieren mucho

Mientras siguen siendo niños

Pero cuando van creciendo

Se van perdiendo el cariño

Si el abuelo les reprende

Les contestan enfadados

Tú ya no sabes de nada

Tú ya estás muy anticuado

Cabizbajo y dolorido queda

Llorando el abuelo

Y se marchan de su lado

En vez de darles consuelo

Estos niños jovencitos

Debían tener en cuenta

Mirar por sus abuelitos

Que ya no tienen defensa

Ahora va para los padres

Darles buena educación

Y cuando lleguéis vosotros

Ya se saben la lección

Por ahí todos pasamos

Porque la vida es así

Como les pasa a ellos

Te puede pasar a ti.

Y cuando llegan a ver

Que en todas partes molestan

Ya no saben como hacer

Para evitar las protestas

Los nietos por la mañana

Gritan muy fuerte y sin miedo

No hay quien duerma en esta casa

Con las toses del abuelo

Yo no me expreso muy bien

 Por que no estoy inspirada

Yo no vivo esta tragedia

Por eso no se contarla.

Yo digo que no la vivo

Al menos por el momento

Por no debo apostar

Mientras no se pase el tiempo.

Ahora pidos a dios mío,

Pido por mí y por usted

Que no nos pase lo mismo

Al llegar nuestra vejez

Cambiamos por alegría

Y dejamos la tristeza

Tomar ejemplo de mí

Que yo nunca seré vieja

Me despido con un beso y

Pidiendole al señor

Que no lleguemos a eso